miércoles, 25 de marzo de 2009

Sardá I, el despiadado

Dice un proverbio árabe que El hombre no puede saltar fuera de su sombra. Quizá Javier Sardá es el más claro ejemplo de este dicho.
Aún recuerdo cuando, ya yonki perdido de las ondas radiofónicas, me tragaba el insoportable bodrio de La Ventana, con el, aún a día de hoy, nunca comprendido papel del Señor Casamajor, que protagonizaba una parte de aquel programa pseudoinformativo más cercano al folletín electoral que al servicio público. Supongo que las jornadas vespertinas de deberes me empujaban a escuchar tan lamentable espacio en vez de escuchar música, que me causaba somnolencia.
Posteriormente tengo un vago recuerdo de este personaje en Juego de niños, ya en televisión, y de Moros y Cristianos. Pero, sin duda, cuando más claro he tenido su esquema intelectual, ha sido con su Ópera Prima: Crónicas Marcianas.
De entrada he de decir que a mi me encantaba el programa. Era como una droga dura de esas que te ponen euforico perdido y deseando saltar al vacío desde un ático sin sujección alguna, o la de echarse a las vías del tren, creyéndose uno Dios, para posteriormente llorar amargamente por lo cruel que puede llegar a ser la vida. Era la clara demostración que nunca existió ni existirá un monstruo más feroz que la ambición de un ser humano. Manipulación, humillaciones, soberbia, miserias, insultos, descrédito, tristeza, dolor, risa, … todo mezclado en un batido purulento que millones de basuravidentes nos tragábamos noche tras noche para mayor gloria de la billetera del catalán, así como de los impresentables Boris Izaguirre, Matamoros Brths., Latre, Fuentes, etc.
¿Cómo es posible que existiese dicho programa de tv? ¿Hasta dónde puede llegar la indignidad de las personas para tragarse semejante esperpento? ¿Qué pensaba yo en esos momentos?
A Crónicas Marcianas iba gente a que la insultasen, la humillasen, la quitasen la ropa, etc. etc. etc. Todo por dinero. Como todo el que se movía por allí, pero al menos los presentadores disfrutaban de tal circo sin salir dañados, que no era poco.
Particularmente he de hacer mención a gente como Pozi, el Risitas, y demás personas (ojo, pagadas, por lo que gran parte de la culpa de su descrédito la tenían ellos mismos por participar del show) que el inefable Sardá trataba como cerdos infectos camino del desolladero. Sin piedad. No se atrevía a pegarlos ni a degollarlos en publico por no mancharse de sangre su impecable camisa blanca, a la sazón una indigna capa para un alma tan negra.
Y luego su versión manipuladora y demagoga. Al amparo de sus intereses ideológicos, catapultó el No a la Guerra a niveles casi internacionales, pines, pegatinas y discursos incluídos. ¿Es posible una desvergüenza mayor que el que entone nada a favor de ningún derecho humano, un ser capaz de hacer lo que él hizo con personas? Sin comentarios.
Posteriormente aparece en un extraño programa llamado Dutifrí, que, habiéndolo visto un par de veces, tampoco llegué a comprender, ya que, pese a querer ser una guía de viajes, en realidad era una especie de cuaderno de viaje/diario/bitácora que lo único que mostraba era el inmenso ego del protagonista.
Ahora parece que va a volver. De nuevo al Late Night (Prime Time). Me echo a temblar. Acompañado de nuevo por Latre e Izaguirre y ahora la Milá. Toma ya. Al cóctel de vomitos ahora le echamos excrementos de rata para darle más sabor. Muy mal deben estar en Telecinco para volver a apostar por esta cuadrilla. Imagino que por buenos cuartos volverán a salir al escenario. Quien sabe si la crisis a alguno le ha dejado el culo al aire…
Porque, obviamente, lo que hace este tío, es siempre lo mismo. Se puede pintar de uno u otro color. Pero el fondo es siempre el mismo: yo, al servicio de mí mismo, por encima de todo y de todos, y cueste lo que cueste. Qué sabio fue quien entonó por primera vez el proverbio.

2 comentarios:

xotu! dijo...

yo creo q muy desencaminado no va ya que el programa fue una mierda, se podrían haber calentado un poco la cabeza...

Anónimo dijo...

Buenafuente le da mil vueltas! Sardá "abuelo" jubílate ya que te lo mereces! Milá "anciana" vete a una isla desierta y piérdete! Boris "escritor" vuelve a tu país y descans un poco!