martes, 5 de mayo de 2009

Piratas

No me lo podía creer cuando lo leí en la prensa. La SGAE se había cobrado un 10% de los ingresos obtenidos en un concierto benéfico a beneficio de la familia de un niño gravemente enfermo que no podía hacer frente a los costes de la enfermedad.
A media tarde, después de la explosión mediática que tan vil acto había provocado, van los piratas de la SGAE y cascan que, viendo que los organizadores del evento accedieron religiosamente a sus obligaciones de pernada (esto lo digo yo) en favor de la SGAE, y teniendo en cuenta el caracter responsable con la sociedad de dicha organización, han decidido donar la mordida a la familia del niño. Toma ya. Y se han quedado nuevos.
Yo a veces pienso que demasiadas pocas cosas pasan. Hace poco escuché que Ramoncín había interpuesto varias denuncias por acoso, ya que alrededor de su casa habían aparecido pintadas amenazantes y demás cosas raras, y que tenía miedo de lo que pudiese pasar.
Particularmente, si yo soy el padre del niño del festival benéfico, me presento en las puertas de la SGAE con una recortada y monto la de Dios es Cristo, empezando por la ministra González Sinde y siguiendo por Ramoncín.
Esto ha superado cualquier límite permisible. Ya es hora de que dejemos de ser considerados imbéciles.