jueves, 30 de octubre de 2008

Un gran vacío

Hace más de tres de años ya que mi abuela se fué. Creo que el hueco que dejó se hace más grande cuanto más tiempo pasa. Cada vez que vuelvo a su casa todo me recuerda a ella. Me aportaba serenidad, tranquilidad, sabiduría. Me lo decía todo sin tener que hablar.
Es una persona irrepetible. Vivió en silencio. Y se fué a escondidas. Me gustaría que me hubiese acompañado toda mi vida. La echo de menos.

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