miércoles, 2 de diciembre de 2009

El principio de neutralidad

Leo por ahí hoy que en el Gobierno se ha levantado una importante polvareda porque el Rey ha aceptado recibir un premio “a la libertad” de manos de la Fundación FAES (asociada al PP). La verdad es que no me importa un carajo ni el premio, ni quién lo otorga ni quien es el agraciado. Lo que me preocupa es que el trasfondo que denoto en toda esta pantomima es una asquerosa guerra fría que no sólo no cesa, sino que pareciese extender sus raíces por debajo de todas nuestras miserables vidas pudriendo un subsuelo totalmente inaccesible para el españolito medio.
Ahora parece que la guerra se fija en atraerse al monarca (el cual espero que por lo menos acuda sobrio al evento), supongo que para vender luego la foto en el panfleto político de turno, denominado erroneamente medio de comunicación.
Al parecer, en toda esta batalla de boñigas, existía un acuerdo tácito entre las partes que dictaba que la Corona debía permanecer neutral y no ser arrimada al ascua de ninguno de los contendientes. Y parece que con este acto se critica que dicho pacto se ha violado. Desde los medios afines a FAES también leo que (siguiendo la reflexiva e inteligente táctica del “y tu más”) el PSOE ya pisoteó este acuerdo con anterioridad en varias ocasiones. Más bien creo que lo que tienen es envidia de no haberse inventado el premio ellos antes.
Creo que no merece la pena ni siquiera reflexionar sobre esta basura.

1 comentario:

Federico Darío Pretel dijo...

No me voy a meter en la política interna española, primero porque soy argentino y no tendría por que importarme, y segundo porque no estoy muy interiorizado en el tema. Lo que te puedo decir es que la política me tiene los huevos al plato, en Argentina y en todo el mundo...
Muy bueno el blog!
Un abrazo!