La tecnología está empobreciendo la riqueza sentimental del ser humano. Hoy día ya no existe la distancia. Esa distancia que en ocasiones refresca el alma, que anota en un huequecito del corazón un pequeño apunte que hace que hechos pasados no se olviden, y que, con la trascendencia que en su tiempo ocurrieron, siempre se recuerden. El romanticismo de una carta manuscrita, de un “qué habrá sido de …”, de un lugar que fue testigo de un episodio de tu vida, … son sensaciones únicas, que enriquecen la vida de quien los protagoniza.
Es algo así como el silencio. Del mismo modo que éste a veces expresa más que millones de palabras, la distancia a menudo da sentido a los recuerdos. Yo quiero que haya una distancia respecto a lugares, personas y hechos que pasaron por mi vida y que tan sólo el remoto destino tiene derecho a volver a cruzar por mi vida. Porque si permaneciese en contacto con todo ello permanentemente, terminaría perdiendo su encanto.
No quiero tener todo mi pasado a golpe de click. Quiero volver a un estadio 0.0, donde eche de menos un hecho, a una persona, un lugar, una etapa, a sabiendas de que nunca volverá. Quiero que mi vida siga siendo un libro en blanco en el que no haya capítulos repetidos.
Es algo así como el silencio. Del mismo modo que éste a veces expresa más que millones de palabras, la distancia a menudo da sentido a los recuerdos. Yo quiero que haya una distancia respecto a lugares, personas y hechos que pasaron por mi vida y que tan sólo el remoto destino tiene derecho a volver a cruzar por mi vida. Porque si permaneciese en contacto con todo ello permanentemente, terminaría perdiendo su encanto.
No quiero tener todo mi pasado a golpe de click. Quiero volver a un estadio 0.0, donde eche de menos un hecho, a una persona, un lugar, una etapa, a sabiendas de que nunca volverá. Quiero que mi vida siga siendo un libro en blanco en el que no haya capítulos repetidos.
2 comentarios:
felia año nuevo y que todos tus deseos se hagan realidad.......
Es cierto. Cuántas mas tecnologías en las formas de comunicación, más distanciada parece que está la gente. Yo no noto con el msn. Antes de este invento había gente con la que quedaba tres veces al año a tomar café, pero ahora, como estamos en contacto por msn... pues nada, ni nos vemos.
Lo del sabor de una carta a mano, tiene toda la razón. Y si está escrita con estilográfica, mejor todavía.
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