miércoles, 3 de diciembre de 2008

Fernando Alonso el indeseable

Como contrapartida al post anterior, me veo obligado a hablar de Fernando Alonso, o alonsito, como yo le llamo. Una vez más, éste es un ejemplo que hace que mi hermano y yo choquemos agriamente. Pero en este caso al revés que con Nadal. Sin entrar en discusiones técnicas que ni me interesan ni quiero que lo hagan, detesto a este tío. Para mí representa el paradigma de deportista despreciable, aquel que mientras no es nadie llora y cuando es alguien olvida los lloros, aquel que se considera superior por el hecho de… ser efímeramente el mejor en lo que hace, aquel que perdona la vida de los periodistas y aficionados a quienes considera una rémoras en su carrera deportiva. No se, habría tantas formas de definir a este tipo de deportistas…
Pero no detesto a este tipo por capricho. No. Es que casi cada cosa que hace me hace detestarle más. Desde el contínuo desprecio que hace de toda la gente que, quiera o no, le ha hecho llegar a donde está, hasta pilotos, mecánicos, periodistas, etc. que parece que más que ayudarle, le estorban. Y es que alonsito ya no se quiere acordar de que si no hubiese sido por la inestimable ayuda de Adrián Campos, quién le consiguió la primera prueba con un F1 (Minardi), probablemente hoy día todavía se estaría dejando los cuernos en campeonatos de regional, y trabajando de mecánico o albañil, ni de la Comunidad Valenciana, ni de Genis Marco, ni de tanta gente que se la jugó con él, en muchos casos a fondo perdido.
Pero él es Fernando Alonso, el hombre hecho a sí mismo, quien no fue ayudado por nadie y por lo tanto quien no debe agradecer nada a nadie.
Por otro lado está su actitud como piloto. Despreciable. El nunca fracasa en una carrera. Unas veces los mecánicos son los culpables. Otras veces son los jueces. Otras los otros pilotos. Pero cuando gana, gana él. Muy bien. Aun recuerdo los palos que se llevaban Trulli o Fisichella cuando eran sus compañeros en Renault, las muestras de desprecio contínuo que siempre tuvo con Michael Schumacher, Ralph Schumacher, Massa, Hamilton, o el especialmente doloroso desprecio que le hizo a Piquet cuando éste consiguió en Alemania el primer podio para Renault y a Alonso sólo se le ocurre decir que el resultado es accidental y que podría haber ganado cualquiera. Ahora, que también mal por Nelsinho por no haberle partido los dientes al alonsito con la botella de champagne.
Y así podríamos seguir hasta el infinito. Este pseudodeportista, esta garrapata de los circuitos, no se merece otra cosa más que quedarse como está ahora, medio olvidado, en una escudería que se ha esforzado en darle todo a costa de acabar con los mecánicos y resto de pilotos quemados por la actitud del asturianin. Dicen que para el 2009 Renault tendrá un buen coche, para volver a ser campeón. Yo espero que no. Que vuelva a ganar Hamilton. Porque por encima de los resultados, quienes amamos el deporte nos quedamos con los deportistas. Y un gran deportista no es sólo el que es grande en su deporte, sino el que también es grande como persona.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro, que gane Hamilton que ese sí es un ejemplo de generosidad, nobleza y probidad. No tengo claro cómo es realmente Alonso como persona pero no me cabe duda de que no es el personajucho que tú describes. De igual manera me parece maravilloso que cuando le toque ganar no se dedique a abrazar a las farolas porque lo cierto es que muy probablemente el 90% de todo lo que ha conseguido es fruto de su trabajo y facultades. Aunque a muchos no os resulte simpático es un tipo trabajador y es, probablemente, el mejor. Ah, por cierto su personalidad, chulería y todo eso a lo que se refiere mucha gente para criticarlo es algo que han tenido y tienen el 80% de los pilotos de F1. Tal vez porque si no se es así, no se puede ganar. La alonsitis es una grave enfermedad solo superada por la antialonsitis más que nada por la frustración y amargura que causa esta última. Por lo demás, buen blog.

Anónimo dijo...

Tuve la oportunidad de "conocer" a Alonso en unos entrenamientos en Jerez hace unos 3 añosy desde entonces sus exitos me son absolutamente indiferentes. Vi con mis ojitos como despreciaba con los peores gestos a un grupo de niños que le saludaba efusivamente después de estar durante mucho tiempo esperando para verlo pasar. Se dirigía hacia una especie de camión enorme donde les servían refrescos, y al ver a los niños los ignoró completamente y sólo esfozó un gesto de desprecio hacia ellos.....vergonzoso.

Anónimo dijo...

No puedo estar más en desacuerdo con tu blog. Como deportista, me parece que tiene todo lo que hay que tener, si no fuera así, no habría sido dos veces campeón del mundo mal que le pese a mucha gente. Como persona, no lo juzgo. No creo que el hecho de ser una persona famosa implique ser simpático y agradable con todo el mundo. Me parece perfecto que sea reservado y que no airee su vida privada en los periódicos. Este es el motivo por el que se ha granjeado muchos problemas con la prensa, que esteblece barreras sobre lo que considera admisible y lo que no. Desgraciadamente, esto no gusta a la prensa y todos conocemos (o deberíamos conocer) el poder que tiene la prensa para decidir quién es un héroe y quién un villano.
Para mí no es ni una cosa ni otra. Es uno de los mejores deportistas que hemos tenido en toda la historia y me parece lícito que utilice todos los medios legales y deportivos para ganar. El deporte es competición. El que quiera ver gente guapa, majísima, superguay y con una vida privada superinteresante, que vea telecinco.

Anónimo dijo...

La verdad es que no podría estar más de acuerdo con el autor del blog, pero creo que se ha quedado corto: Fernando Alonso es una garrapata circuitera que debería estamparse en el próximo bloqueo de frenos. ¡A mamarla, Fernandelas!

Anónimo dijo...

Se puede ser chulo, y probablemente para estar en la élite de cualquier deporte hace falta una personalidad fuerte y tenérselo muy creído. Pero Alonso no sabe guardar las formas. Yo no puedo apoyar a un deportista, por bueno que sea, si le desprecio como persona. Yo quería que Alonso ganase, como deportista español que es, hasta que oí una entrevista que le hicieron por la radio, en la que el locutor, como pregunta tópica y típica, le preguntó algo acerca del trabajo de su equipo. Y Alonso, sin cortarse ni un pelo y sin matices de ningún tipo, contestó que la carrera la había ganado sólo él. Recuerdo que lo oí en la SER, y que fue poco antes de toda la movida aquella con la tuerca mal puesta en el 2006, y daría lo que fuera por poder encontrar una grabación de esa entrevista para podérsela enseñar a la gente que tanto se asombra de que no pueda tragar a Fernando Alonso. Espero que se arrastre de mala manera por los circuitos y que no vuelva a levantar cabeza. No entiendo por qué parece que somos unos raros los que no sólo no nos hemos dejado contagiar por la alonsomanía, sino que no queremos saber nada de ella. ¿Por qué tenemos que apoyarle casi por decreto, y en cambio casi se ningunea a otros deportistas con mejor palmarés y mucha más calidad humana (tengo en mente en estos momentos a Óscar Freire)?