viernes, 24 de abril de 2009

La amenaza de las minorías

Me planto. Creo que ya hemos llegado a un extremo en el que ser hombre blanco es casi como ser un ser apestado. Si tienes un problema con un inmigrante, eres un racista, si es con un homosexual, eres un homófobo, si es con tu mujer, eres un maltratador de mujeres, si es con cualquier otra mujer, eres un machista, si es con alguien de izquierdas, eres un fascista, si miras a un niño, eres un pederasta, … Pero bueno, ¿qué es esto? ¿Es que no se puede salir a la calle y hacer vida normal sin que te expongas a que alguna asociación de garrafón te cuelgue cualquiera de los calificativos que llenan la boca de tantas asociaciones de nuevo cuño que últimamente abarrotan las noticias de los medios de comunicación?
Pues no me da la gana. Si me tengo que partir la cara con un negro, me la parto. Si tengo que cagarme en los antepasados de alguna mujer que me hace una pirula en la carretera, me cago. Y si tengo que llamar tarado a alguna marica que intenta meterme mano, se lo digo. Y punto. Vamos, a ver si ahora voy a ser yo quién tenga que crear una asociación que me defienda de la amenaza de las minorías…

1 comentario:

Sara dijo...

Neptuno me gusta leer opiniones dispares a las mias, por que siempre la diversidad es riqueza, pero leí este post tuyo y decidí dejar de seguirte, ya que no comparto ni el fondo de lo que dices ni las formas, no me parece correcta tu forma de hablar sobre lo que tú llamas minorías.
Saludos